Cuarteto para un BI

BOCA JUNIORS 4-0 ESTUDIANTES

¿No es hora de reconocerlo? ¿No es hora de decirlo? Y sí, es hora de dejar de llorar y decir que Boca es el justo y merecido puntero... Ah, y futuro BI. Porque sí, el domingo, en Avellaneda: ¿Qué vamos a hacer? Algo que nos tiene mareados...

Bien contundente como debe ser, contundente como buen campeón. Una contundencia de equipo que a pesar de las palabras, opiniones ajenas, estupideces que se dicen y demás, demuestra que no hay que escuchar a los de afuera y disfrutar lo nuestro, saber lo que somos. Y por eso, el BI está a 7 días, si queres 6, pero está ahí nomás.

En la cancha del Rojo vamos a ganar...

Tremendo partido en todas las líneas. Boca aplastó a un Estudiantes con hambre de juego y poco sacrificio colectivo, el cual le costó caro ante un equipo Xeneize que lo dejó sin aire ya con el segundo gol, el de Rodrigo Palacio. Repasando los goleadores (Insua -2-, Palacio y Guillermo Barros Schelotto), uno nota que el partido se dio de la mejor manera que se nos podía dar: se ganó con fútbol lindo y en equipo, todos hacían todo. Y es así como fue, un equipo compacto.

En la cancha del Rojo vamos a ganar...

Con una defensa más que sólida, demostrando las diferencias elocuentes cuando juega José María Calvo, Boca solamente sufrió muy pocas llegadas rivales al área. También vale destacar el gran trabajo del mediocampo en retensión, con un Gago inspiradísimo tanto defensiva como ofensivamente, un Battaglia que regresó a lo Battaglia (siendo el equilibrio común de todo el mediocampo) y un Bilos que, a pesar de no haber tenido un buen segundo tiempo, fue importante para que Boca mereciera una diferencia más amplia en la primera mitad. Claro, pero estamos dejando de lado a las figuras, que fueron Insua y Palacio, quienes, de manera imparable, hicieron de Boca... Boca: siempre atacando y metiendo peligro. De esa manera, se notó mucha diferencia, aunque Martín Palermo no tuvo una buena tarde.

Y la vuelta...

Pero es así, se está cerca. Avellaneda, el objetivo. El Granate, un Lobo cualquiera. Y el BI... a la vuelta en la esquina.

Y la vuelta vamos a dar!